
EL MUSEO
Sobre Ramón Elías
Ramón Elías nació en Asunción el 10 de noviembre de 1929. Realizó sus estudios primarios en Concepción y los secundarios en Asunción. Siendo joven, obtuvo una beca para estudiar en el instituto de Bellas Artes. Más tarde, se casó con doña Elsa Céspedes, con quien tuvo seis hijos.
El amor por el arte afloró en él desde muy temprano. Con sus dotes de artista, Elías se dedicó a la restauración y conservación de objetos antiguos. También, por muchos años confeccionó máscaras indígenas con una variedad de técnicas y materiales de industria personal, admiradas por los extranjeros.
Elías fue profesor de arte y dibujo en el Colegio Nacional de Capiatá, así como el encargado de crear el estudio municipal de esta ciudad. Posteriormente se dedicó a plasmar las figuras de la mitología paraguaya a través de imponentes esculturas.
Don Ramón Elías falleció el 28 de febrero de 1981.
El amor por el arte afloró en él desde muy temprano. Con sus dotes de artista, Elías se dedicó a la restauración y conservación de objetos antiguos. También, por muchos años confeccionó máscaras indígenas con una variedad de técnicas y materiales de industria personal, admiradas por los extranjeros.
Elías fue profesor de arte y dibujo en el Colegio Nacional de Capiatá, así como el encargado de crear el estudio municipal de esta ciudad. Posteriormente se dedicó a plasmar las figuras de la mitología paraguaya a través de imponentes esculturas.
Don Ramón Elías falleció el 28 de febrero de 1981.

inspiración



Una de las grandes pasiones de Don Ramón Elías fue el coleccionismo. Ese afán de coleccionista, su curiosidad creativa y la necesidad de encontrar constantemente objetos raros, diferentes y únicos le llevó a viajar por todo el país.
La hospitalidad paraguaya le abrió las puertas de muchas casas que le recibían. Compartió tereré, almuerzos y cenas con sus anfitriones y pasó muchas noches como invitado en pueblos de todo el interior. Ahí, al anochecer, escuchaba testimonios de personas que afirmaban haber visto al Pombero, al Jasy Jatere y a los demás mitos, lo que despertó en Ramón Elías una curiosidad que no se iba a detener jamás.
Al volver a Asunción de sus viajes, comenzó a investigar. Leyó libros de Rosicrán y León Cadogan sobre los mitos paraguayos y guaraníes. Buscó en documentos más antiguos. Escrituras que hablan de las reducciones jesuíticas y que mencionan por primera vez a alguna de las criaturas de nuestra mitología. Consultó el archivo nacional.
Toda esa información le serviría tiempo después para crear sus versiones de los mitos. Él fue el diseñador y director de la construcción ambiental del museo, alojando en él a sus fantásticas creaciones mitológicas, dispuestas en perfecta armonía con majestuosos objetos y muebles antiguos.
Esas interpretaciones que les representan hasta hoy y que pueden visitarse en el museo.
La hospitalidad paraguaya le abrió las puertas de muchas casas que le recibían. Compartió tereré, almuerzos y cenas con sus anfitriones y pasó muchas noches como invitado en pueblos de todo el interior. Ahí, al anochecer, escuchaba testimonios de personas que afirmaban haber visto al Pombero, al Jasy Jatere y a los demás mitos, lo que despertó en Ramón Elías una curiosidad que no se iba a detener jamás.
Al volver a Asunción de sus viajes, comenzó a investigar. Leyó libros de Rosicrán y León Cadogan sobre los mitos paraguayos y guaraníes. Buscó en documentos más antiguos. Escrituras que hablan de las reducciones jesuíticas y que mencionan por primera vez a alguna de las criaturas de nuestra mitología. Consultó el archivo nacional.
Toda esa información le serviría tiempo después para crear sus versiones de los mitos. Él fue el diseñador y director de la construcción ambiental del museo, alojando en él a sus fantásticas creaciones mitológicas, dispuestas en perfecta armonía con majestuosos objetos y muebles antiguos.
Esas interpretaciones que les representan hasta hoy y que pueden visitarse en el museo.
Esculturas
Para la realización de las esculturas de los mitos que todos conocemos, Ramón Elías empleó diferentes técnicas. La primera de ellas consiste en un armazón de alambre cubierto de papel, telas y engrudo cocido.
También usaba masilla plástica, pinturas y otros elementos, como metales o maderas.
El primer mito del museo fue el Pombero, confeccionado a principios de la década del 60. Luego le siguieron el Kurupí y el Jasy Jatere. A medida que Ramón Elías iba creando los mitos, se dio cuenta de la necesidad de tener un lugar donde guardarlos y mostrarlos.
Es así como surge la primera sala de exposición del museo.
También usaba masilla plástica, pinturas y otros elementos, como metales o maderas.
El primer mito del museo fue el Pombero, confeccionado a principios de la década del 60. Luego le siguieron el Kurupí y el Jasy Jatere. A medida que Ramón Elías iba creando los mitos, se dio cuenta de la necesidad de tener un lugar donde guardarlos y mostrarlos.
Es así como surge la primera sala de exposición del museo.




Museo Mitológico
Ramón Elías
- Capiatá - Paraguay
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